Lo primero que debemos conocer es qué son realmente las calderas a gas. Son aquellas que usan el gas como combustible y su utilización está destinada a la calefacción.
Es decir, básicamente es un recipiente o un depósito que tiene el objetivo de calentar agua, en este caso, utilizando el gas como combustible para calentar el agua, es decir, quemar gas para calentar agua.
Es importante tener una serie de aspectos en cuenta a la hora de afrontar una compra de este tipo. El primero y más importante es conocer el presupuesto que deseamos invertir en la compra, el cual marcará a que producto podemos aspirar.
Otro aspecto importante es fijar si queremos solo calefacción o agua caliente y calefacción, dependiendo de nuestras necesidades. Cabe recordar que existen calderas mixtas que aúnan las dos opciones.
Si también somos considerados con el medio ambiente, optaremos por la opción más eficiente posible, es decir, por una caldera de condensación: algo más caras pero capaces de ahorrar hasta un 30% en el consumo de gas.